“La
información es un derecho de la sociedad, pero la información es también una
mercancía, y no cualquier mercancía porque además de producir dinero con sus
contenidos mediáticos, también influye enormemente en la realidad social que
todos compartimos”. (Frank Priess y Antonio Prada,
Ética y responsabilidad. Reflexiones
para periodistas.)
Los medios
informativos realizan su propia construcción de la realidad de acuerdo a las
noticias que seleccionan, el orden de importancia que les dan y las opiniones
que publican según sus intereses o reglamentos internos. De tal modo, se
convierten al mismo tiempo en mediadores de sus contenidos, entre la difusión
de los mismos y los comentarios que surgen de éstos, exponiendo una realidad respecto
a temas de interés público.
El periodismo en la actualidad tiene nuevos
retos que cumplir frente a la industria mediática. Aunque su objetivo de
informar no ha cambiado a través de los años, la manera de efectuarlo sí.
En este sentido, tal como lo plantea Ignacio Ramonet en La
tiranía de la comunicación, el internet es en nuestro tiempo, uno de los
principales factores que influyen en el ejercicio periodístico. Ahora que
vivimos en un mundo globalizado el periodismo también debe globalizarse, pues la
noticia tiene medios más eficaces y rápidos de llegar a los lectores alrededor
del mundo.
Actualmente los medios digitales cada
vez atraen a más usuarios, los contenidos multimedia son más atractivos al
lector y de cierta forma representan una amenaza hacia la prensa escrita, pero
aunque nos encontramos situados entre lo virtual y el papel, el avance
tecnológico no la hará desaparecer, pues basta recordar que ni la radio, ni la
televisión lo hicieron en su momento.
Incluso cabe destacar que este nuevo
formato denominado periodismo digital,
con todo y su reducción de tiempo y costos de impresión, no interfiere en la
calidad de los textos, ni en los procedimientos del periodismo tradicional. Es
por eso que aún con la avanzada tecnología no se puede sustituir, pero también
es un hecho que el periodismo no será el mismo que antes de la era digital, por
lo que supone una adaptación al medio.
Como herramienta fundamental de
inmediatez y contacto con el mundo es una ventaja que anteriormente no se
tenía, sin embargo, también admite un riesgo: confundir al periodismo con la
simple acción de comunicar. De esta manera, la libertad que genera el acceso a
internet facilita que cualquier persona publique información respecto a temas
de interés público, lo cual no quiere decir que realicen periodismo, por lo
tanto, la labor periodística se ha desvirtuado.
No obstante, el periodista no sólo
comunica sino que está sometido a una ética profesional, tiene una
responsabilidad social lingüística sobre lo que comunica y se convierte en una
fuente fiable.
Sin embargo, ahora la noticia es un
producto que se vende al mejor postor y dentro de la industria mediática –como
en otras- existen intereses personales o corporativos que obligan a la prensa
escrita a unirse a ellos para subsistir.
De tal forma, si bien es cierto que
la función del periodismo es informar éticamente, también lo es, que su labor
es dificultada por diversos factores que generan desinformación y como
consecuencia desprestigian al ejercicio periodístico.
Así, para que este oficio se revalore
dependerá como dice Ignacio Ramonet, del trabajo en conjunto entre el
periodista que quiera informar y el ciudadano que esté dispuesto a analizar la
información que recibe. En este sentido, se trata de examinar si lo que nos dicen los medios es o
no cierto, a través de un balance de la información que nos llega para después
depurarla y tomar lo que nos sirve, nos interesa, pero sobre todo lo que
creamos razonable; lo anterior se lleva a cabo comparando la noticia con la
realidad social en la que estamos.
Es por eso que no se debe aceptar una
realidad tal y como nos la muestran, negándonos a creer o dar por hecho algo
que nos dicen sin realizar antes un análisis crítico y reflexivo acerca del
tema, por el contrario tampoco se trata de negar todo y afirmar que nada de lo
que leemos o vemos es cierto, más bien, es una búsqueda de equilibrio, ya que el
analizar la realidad presentada por diferentes medios informativos nos lleva a
reflexionar si es o no correcta, generar una opinión personal y a formar una
crítica de nuestra realidad construida a partir de la experiencia y conocimientos propios, así como de lo que leemos.
“Lo
que sucede es que los medios de comunicación re elaboran la realidad de acuerdo
con intereses que le benefician y esta nueva realidad no solo ha sido mediada
sino mediatizada…”
(SARQUIS, 2007:24)
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